Caminaba muy temprano esta mañana por la playa, en la zona del Maresme (BCN) donde actualmente vivo, acompañada de una gran e intima amiga. Amanecía y, mientras observábamos cómo emergía con fuerza el sol de la oscuridad de la noche, teníamos una poderosa conversación presencial sobre el papel fundamental de l@s abogad@s, hoy y siempre, en la sociedad.
En estos tiempos actuales, disruptivos y desafiantes, comentaba yo, la Abogacía es una de las “grandes” profesiones que cura ( y podría curar) las grietas sociales. Es un agente puente de los cambios sociales emergentes, donde la aplicación del Derecho si podemos observarla es una fuerza social y sanadora cuando se aplica en su mejor sentido y alcance.
Muchas preguntas surgieron en nuestras mentes y corazones….
¿Qué podemos hacer cómo cuerpo social colectivo ( l@s abogad@s)?
¿Cuál es nuestro rol en el campo social?
¿Estamos abiertos a trabajar juntos en qué está pasando?
¿Estamos abiertos a observar las consecuencias del “viejo” paradigma del sistema legal?
¿Estamos abiertos, individual y como colectivo, a tener unas conversaciones generativas y poderosas sobre un “nuevo” paradigma de la ley y su aplicación?
¿Estamos abiertos a nuevas ideas, innovaciones (no en el sentido de la tecnología), otros enfoques con un mayor toque humano?
¿Conversamos? ¿Reflexionamos?
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